En primer lugar, uno de los dos aleros (que se encuentran en las esquinas) hace un movimiento de recepción hasta 45º para recibir, el base, una vez ha soltado el balón, corta en "L" para acabar en la esquina del lado al que ha pasado el balón.
Ahora, el balón, que está en 3, tiene que llegar al poste de lado balón, en este caso 5, llegados a este punto, es imprescindible un buen trabajo del poste para garantizar la recepción. En el momento en el que 5 ha recibido, el otro poste (4) corta atravesando la zona para acabar ubicándose entre la línea de tiro libre y la posición de base. Por último, 3, tras pasar el balón, corta también atarvesando la zona para ocupar la posición que ha dejado libre 4.
Ahora el balón, que sigue en 5, debe llegar a 4 para volver a iniciar el sistema, eso sí, ahora el alero que viene desde la esquina es el que no lo había hecho antes.
Al final de cada rotación, las posiciones están completamente cambiadas, esto genera desequilibrios grande-con-pequeño y demás, de los que sacaremos partido si jugamos inteligentemente.
¿Por qué contra zonas? Este sistema ataca los espacios más sensibles de las zonas, sobre todo de las zonas impares, es ideal contra una 3-2, ya que crearemos muchos problemas al sobrecargar con un jugador en la esquina, otro en poste bajo, un alero, y un poste alto.
Formativamente cabe destacar, que este sistema de por sí no lleva a ningún sitio, y son los jugadores los que lo tienen que romper para sacar ventajas, pero claro, no se puede romper de cualquier manera, o no obtendrán los resultados deseados.